Es la ley de semejanza. Si su equipo de empleados es desordenado, usted es el desordenado mayor; si sus amigos son burlones, hipócritas y dañinos, véase al espejo; si su familia no tiene normas bien definidas es porque usted, como individuo, tampoco las tiene. Detrás de un grupo exitoso siempre se halla un triunfador