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Pedro Mairal

Salvatierra

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A los nueve años, Juan Salvatierra quedó mudo después de un accidente de caballo. A los veinte, empezó a pintar en secreto una serie de larguísimos rollos de tela que registraban minuciosamente la vida de un pueblo litoraleño. Tras su muerte, sus hijos viajan desde Buenos Aires para hacerse cargo de la herencia: un galpón inmenso atestado de rollos pintados. Intrigado por la obra monumental creada por su padre, el hijo menor, Miguel, se dispone a ordenarla. Junto con las telas, desenrolla una intriga de secretos familiares que se hunde en el pasado y echa sus sombras sobre el presente. Solamente falta un rollo para completar el inmenso cuadro pintado por Salvatierra y Miguel siente la imperiosa necesidad de encontrarlo para que el cuadro no sea infinito, para que tenga un borde, un límite. Para tener una vida que no haya sido pintada ya por su padre. La búsqueda de Miguel se convertirá en una aventura, que lo llevará a descubrir algo nuevo sobre su padre y sobre sí mismo.
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98 printed pages
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Impressions

  • Sammyshared an impression3 years ago
    👍Worth reading
    🔮Hidden Depths

Quotes

  • Sammyhas quoted3 years ago
    Ahora estaba todo junto, ahora la obra podía fluir completa, sin brechas, continua, y yo estaba con mi hijo de veintitrés años que podía ver lo que había hecho su abuelo, ese cuadro que nos abrazaba a todos, como un espacio donde las criaturas podían moverse libremente, sin límites, porque no había borde, no había fin, porque vimos, después de un rato de estar con Gastón ahí sentados, que los peces y los círculos del agua pintados en lo que habíamos creído el borde final del último rollo del cuadro se ensamblaban perfectos con los círculos del agua y con los peces de lo que había sido el primer borde pintado por Salvatierra cuando tenía apenas veinte años.
  • Sammyhas quoted3 years ago
    La obra entera, digitalizada, pasa lentamente de derecha a izquierda, como si fuera uno el que se desplaza río abajo, o cuadro abajo. Nos sentamos con Gastón a mirar. Vimos cosas que Salvatierra pintó antes de morir: la cocinera tuerta que lo curó cuando casi lo mata el caballo, su amigo Jordán tocando un acordeón del que caen chorros de agua y peces, sus primas desnudas en el río, bajo esa luz lacia de los sauces, mi madre tomando mate sola en el patio de la última casa. Noté cómo la gente pasaba y se sentaba en el banco ubicado a lo largo de la pared para mirar un rato el cuadro. Ahora todos podían verlo. No estaba mal lo que habíamos logrado con Luis, al fin y al cabo.
  • Sammyhas quoted3 years ago
    Un fin de semana, cuando estuve con Gastón, volamos a Amsterdam para visitar el Museo Röell. Lo hice porque él me lo pidió. Tuve que tragarme el orgullo; yo había jurado que no pisaría nunca el lugar.

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