Cuida de mi pequeña. Guía sus pasos y disfruta de cada momento de su infancia, su adolescencia y madurez. Acompáñala en el viaje... te veo a ti y no puedo evitar ver a la mujer en la que se convertirá mi hija. Incúlcale buenos valores y asegúrate de que siempre, haga lo que haga, decida lo que decida... sea feliz. Déjala tropezar, deja que se equivoque, que caiga una, dos, mil veces... las que hagan falta. Que sea fuerte y valiente. Libre y poderosa. Y cuando te pregunte qué es el amor... ya sabes la respuesta.