Mostrar y decir

Escribir es una forma de irse haciendo a uno mismo

Quizá lo que en última instancia explique su atractivo para los jóvenes es que ejemplifica el proceso de convertirse en un adulto sensato y estoico sin perder contacto con esa parte todavía joven que tanto tuvo que exponerse y estuvo casi indefensa durante el crecimiento.

Hay lecciones que cualquiera que quiera escribir ensayos personales puede aprender de Baldwin. Cómo dramatizarse, por ejemplo. Muchos ensayos personales se encasquillan en la sosería del narrador como personaje, problema que jamás sufrió James Baldwin, siempre capaz de proyectarse sobre el papel como en mitad de algún conflicto en llamas o en un gran apuro. Baldwin tenía algo de actor, cosa que el ensayista necesita: la voluntad y la capacidad de adoptar distintas máscaras.

Para cuando han terminado de leer «Notas de un hijo nativo», normalmente han comprendido lo más importante –el reto de ser todo lo honestos y personalmente reveladores que les sea posible en la página– y no necesitan ningún codazo para desperezarse y echar a correr.

quiero que comprendan que Baldwin ha logrado una victoria sobre el lenguaje que es parte del lado positivo del libro mayor que le ayudó a sobrevivir, y es posible que les ayude a sobrevivir a ellos.

Una vez caen bajo el embrujo de la voz de James Baldwin, los alumnos tienden a comprar, junto con sus pasajes más sensatos, todo su análisis sobre la raza, la política y Estados Unidos, y sus desatinadas y rimbombantes profecías. Lo que en verdad compran los alumnos es su representación del yo como ser humano herido: no cabe ninguna duda de que, en nuestra cultura de tertulia y entrevista, que consagra el victimismo, Baldwin encaja perfectamente bien.

lo que me sorprende cuando ando a la caza de una historia (o de una explicación, que en mi cabeza son prácticamente la misma cosa) es un momento sin resolver, un gesto o comentario misteriosos que no dejan de darme la lata.

Se dice a veces que la psicoterapia ayuda al paciente a construirse un «mito narrable» de su pasada vida, aunque yo presumo que con eso se refieren a una narración que no solo puede ser relatada sino que está privada de autoengaño

Lo que atrae al lector a la novela es la esperanza de calentar su vida helada al fuego de una muerte, de la que lee».

talento es el de poder narrar su vida y su dignidad; la totalidad de su vida. El narrador es el hombre que permite que las suaves llamas de su narración consuman por completo la mecha de su vida.