bookmate game
Herman Koch

La cena

Notify me when the book’s added
To read this book, upload an EPUB or FB2 file to Bookmate. How do I upload a book?
  • Dulce Akarihas quoted5 years ago
    Eso era lo que Beau más deseaba: ser como todo el mundo.
  • Dulce Akarihas quoted5 years ago
    Hagas lo que hagas, no eres libre.
  • Dulce Akarihas quoted5 years ago
    La desdicha busca siempre compañía. La desdicha no soporta el silencio, sobre todo los silencios incómodos que se producen cuando se está a solas.
  • Dulce Akarihas quoted5 years ago
    la felicidad se basta a sí misma, no necesita testigos. «
  • Azul Valeriahas quoted5 years ago
    Lo que más llamaba la atención del plato de Claire era el vacío inconmensurable. Ya sé que en los restaurantes selectos siempre se prima la calidad sobre la cantidad, pero hay vacíos y vacíos. Allí el vacío, la parte del plato en que no había nada de comida, rozaba la paradoja.

    Era como si el plato vacío te estuviera retando a hacer algún comentario al respecto, a ir a la cocina a pedir explicaciones. «¡A que no te atreves!», decía, y se reía en tu cara.
  • rosdelorbehas quoted5 years ago
    ¿El señor Lohman, dice usted? Arqueó una ceja y no se esforzó por ocultar la decepción que le producía no tener delante a Serge Lohman en persona, sino a un hombre y una mujer cuyas caras no le decían nada.
  • Soliloquios Literarioshas quoted5 years ago
    Seguramente no compartíamos lo mismo los tres, pero quizá tampoco fuese necesario. No hay que saberlo todo del otro. Afortunadamente los secretos no estorbaban.
  • Soliloquios Literarioshas quoted5 years ago
    Mi experiencia me decía que con las inteligencias inferiores lo mejor es ser claro y meridiano; con una mentira, ofreces a los tontos la posibilidad de desdecirse sin quedar en evidencia.
  • Soliloquios Literarioshas quoted5 years ago
    —¿Cómo, presentable?

    —No lo sé. A veces pienso cosas... y no sé si se pueden pensar esas cosas.
  • Soliloquios Literarioshas quoted5 years ago
    Miré los ojos de Claire, los ojos de la mujer que para mí representaba la felicidad. «Sin mi mujer yo no habría sido nadie», se oye decir a veces a hombres sentimentales, hombres que se suelen calificar de torpes, pero lo que pretenden decir es que sus esposas se han pasado la vida limpiando la casa y llevándoles café a todas horas. No pretendo ir tan lejos; sin Claire yo sería alguien, pero no el mismo.
fb2epub
Drag & drop your files (not more than 5 at once)