Admito que fui muy optimista al seleccionar esta lectura conociendo la historia de Expiación.
Me gustó, disfruté el tono de la narración y expectación sobre cómo iban a manejar el problema los protagonistas, ahí fue donde me ganó el optimismo… uff, en fin, la vida.
Lindo y triste. Siempre me impresiona cómo McEwan logra interpretar a personajes tan diversos con tanto detalle de sus mundos interiores, sensasiones y emociones.