Para tener éxito de verdad, primero hay que decidir qué es lo que se quiere conseguir. Es decir, no puedes conseguir lo que quieres en la vida hasta que no hayas decidido qué es lo que quieres.
Aquí es donde entra en juego la fijación de objetivos. Para tener la oportunidad de vivir tu vida al máximo y alcanzar todo tu potencial, necesitas tener un objetivo y saber qué es exactamente lo que quieres lograr.
Es bastante fácil, ¿verdad? No es así.
En realidad, escribir objetivos es todo un arte. Hay una "forma correcta" y una "forma incorrecta" de escribir un objetivo. Y si lo haces de forma incorrecta, puedes reducir tus posibilidades de alcanzar esos objetivos. Así es: un mal objetivo dificultará activamente tus posibilidades de éxito.
Por el contrario, si escribes tu objetivo de forma correcta, puede transformar por completo la probabilidad de que tengas éxito y ayudarte a llevar a cabo de forma mucho más fiable todos los pasos necesarios para ejecutar tu plan.
¿Cómo se consigue un objetivo? No sólo se trata de la metodología y la redacción, sino también del contenido. Porque hay otro escenario que puede ocurrir si escribes tus objetivos de forma incorrecta: puedes acabar logrando esos objetivos y luego no estar realmente contento con lo que has logrado.