«En razón de esto el firmante se reconoce en el día constituido a seguir en su esférica clase, si bien con la precisa necesidad de subsistencia, porque su estrella no se lo permite…".
Juan Díaz Lozano, verdugo, Memorial al rey, 1811.
Esta obra trata sobre los verdugos que trabajaron en diversas ciudades de España entre mediados del siglo XVI y mediados del XIX. Varios cientos de hombres ejercieron tal oficio y, aunque de muchos de ellos se desconoce incluso su nombre, de otros tantos es posible conocer su trayectoria vital. La investigación se ha orientado, desde un principio, al acercamiento al mundo privado de estas gentes, buscando referencias sobre su persona, su entorno familiar y las circunstancias que promovieron la elección y asentamiento en un oficio tan denostado como necesario. A la vez se ha dedicado atención a la variedad de quehaceres que incluía su empleo, y a la consideración social que recibía, así como al tipo de vínculos que mantenía con las instituciones, tribunales y municipios que requerían de su trabajo. Se articula, así, en tres núcleos de interés: el verdugo y su familia, las tareas que constituían su trabajo y las localidades en que desempeñó su oficio.