Estas entrevistas se realizaron en la década de 1980. Los filósofos entrevistados —Humberto Giannini, Gastón Gómez Lasa, Juan Rivano, Félix Schwartzmann y Juan de Dios Vial— todos vivieron la creciente especialización del campo filosófico, la expansión y democratización de la educación superior, y esto en el contexto de la Guerra Fría y la polarización política que desembocó en la dictadura de Augusto Pinochet. Conocemos a los filósofos a través de sus libros y de sus funciones docentes, pero contadas veces hemos tenido la oportunidad de oír las razones por las cuales llegaron a la filosofía y lo que encontraron en ella a lo largo de su trayectoria profesional. En tiempos en que la especialización ha derivado en una exigencia central en la vida universitaria, resulta revelador constatar cómo la entendieron ellos e identificar los momentos, las lecturas y los sucesos que los condujeron a un compromiso con la filosofía. De acuerdo con algunos, no puede haber filosofía sin especialización, es decir, sin un conocimiento histórico, profesional y riguroso de la tradición filosófica en universidades y centros académicos. ¿Pero qué decir en los casos en que los filósofos más importantes llegaron a ser tales no solo sin una especialización, sino en muchos casos a pesar de ella?