Tres relatos de Virginia Woolf son los que componen este libro y que muestran lo que a ella le gustaba denominar momentos de existencia. En ellos, personajes y acciones quedan supeditados a imágenes poéticas, alejadas de las banalidades de la vida.
En “Kew Gardens” ambientado en el fabuloso jardín botánico de Londres, nos introduce, como diría T. S. Eliott, en «un montón de imágenes rotas” que van desde el movimiento perezoso de un caracol a las conversaciones de los paseantes por el jardín.
En “Una casa encantada”, publicado por primera vez en la antología Monday or Tuesday, reescribe un tradicional cuento de fantasmas. Una pareja recibe la visita de unos espectros que ponen en evidencia el mundo de lo superficial.
En el tercer cuento, “La marca en la pared”, hace uso del monólogo escrito en primera persona para hacernos volar de un recuerdo a otro, teniendo como origen la marca en la pared de su habitación.
Acompañan a estos magníficos cuentos las ilustraciones de Elena Ferrándiz, que consiguen sumergirnos en el personal mundo de Virginia Woolf a través de un trabajo lleno de metáforas y símbolos maravillosos.