Siempre con el verano de fondo, asistimos a las transformaciones sucesivas de un personaje que asume el papel de Ulises al tiempo que el de Penélope en sus diversas facetas: la adolescente rebelde, la joven desengañada por la pérdida amorosa, la madre soltera que se debate entre la huida y la autoafirmación y, por último, la mujer en crisis, asendereada y solitaria que contempla el derrumbe de sus mitos y a duras penas encuentra su lugar en un mundo que le ha cerrado las puertas.