Aunque Rodolfo Martínez es conocido fundamentalmente como autor de ciencia ficción y fantasía, también ha cultivado la poesía de forma esporádica a lo largo de su dilatada carrera.
Muy influida por la Generación del 27 y la poesía clásica del Siglo de Oro, la obra poética de Martínez suele tender al intimismo y a la reflexión y utiliza imágenes muy personales en las que se percibe la evidente influencia del surrealismo. No en vano entre sus obras favoritas están La destrucción o el amor, Poeta en Nueva York o Sobre los ángeles.
Alternando metros y estrofas clásicas como el soneto con el puro verso libre y el versículo, Martinez intenta dibujar con sus poemas paisajes que resulten al mismo tiempo familiares e inquietantes.
Frontera de la piel recopila toda su poesía y se convierte en cierto modo en el complemento perfecto para Disfraces parecidos a mi piel, que recogía su narrativa breve.