Como resultado, cuando intentas mantener múltiples conversaciones electrónicas mientras trabajas en una tarea principal, como escribir un informe o el código de un programa informático, tu corteza prefrontal debe saltar todo el tiempo entre diferentes objetos, cada uno de los cuales requiere la amplificación de determinadas redes neuronales y la supresión de otras. No es de extrañar, por tanto, que esos cambios no sean instantáneos, sino que requieran tiempo y recursos cognitivos. Y si se intenta hacerlos muy rápido las cosas se complican.