Vale la pena anotar que a partir de la segunda parte es solamente la escaleta de lo que será la novela; meras anotaciones y secuencias sin desarrollar. El libro en sí no es más que un esbozo de una tediosa, repetitiva y hasta infantil novela. El Marques escribió lo que alguien tenía que escribir pero nadie se atrevía. Lo agradezco, es interesante pero no mucho más allá de eso. A sí mismo, el libro no es más que un cúmulo de depravación sin conflicto, de maldad por maldad y ya. Para terminar, luego de haberlo leído, las posibilidades del cuerpo humano para sumirlo en la humillación absoltua son tan variadas y monótonas que ya nada sorprenden.
Valen verga todo cobran