Este año 2021 leí por primera vez a Zweig y ya no pude parar, de hecho es el autor que más he leído en el año (aunque voy con relatos y novelas cortas, pronto me adentraré a sus obras más extensas) y lo que me enganchó a su literatura es la habilidad que tiene este hombre para transformar situaciones que parecen tan simples y me las represento como una fotografía, en narraciones poderosas, llenas de significado y de vida, intensas y profundas de modo que se transforman en imágenes dinámicas que encuentran la fuerza de su movimiento en su interior, en lo que evocan.
He descrito así las obras de Zweig porque he visto en las que he leído como inicia describiendo de manera precisa cada detalle de una escena a partir de la cual va a ir hacia atrás, narrando el modo en que se llegó a este preciso momento del que se ha partido.
Mendel es un personaje curioso, interesante, peculiar y con el que sin embargo resulta sencillo empatizar... Siempre he pensado que el desprecio o desinterés por la humanidad ocultan lo contrario: una profunda preocupación por la condición humana, y Mendel me parece un personaje que encarna muy bien esta idea pues aparentemente no se interesa por nada ni nadie más que de los libros y en cambio la experiencia de estar dentro de un campo de concentración lo transforma de un modo tan profundo que es evidente que lo que ha visto y vivido allí le ha trastocado porque hasta entonces había podido refugiarse en los libros para evitar ver todo lo malvado que habita en el ser humano y al serle arrebatados su libros no ha tenido más opción que mirarlo de frente.
Mientras leía pensaba en como lo humano es justo lo que nos iguala, no importa lo sabio o ignorante, lo rico o pobre, lo bondadoso o lo vil... lo humano nos reduce a una misma condición: la miseria de ser humanos (interpretese como se quiera).
Que bonito libro, tan bello y desgarrador al final y que de alguna forma te hace sentir como si te purificara el alma al mismo tiempo. Hay muchas buenas reseñas de él y no hay nada más que yo pueda agregar que seguirlo recomendarlo para que este clásico nunca muera.
Con este pequeño libro me sentí como cuando tenía doce años y me conmoví profundamente por "El ruiseñor y la rosa" de Oscar Wilde. Fue la primera lectura que me impactó de esa forma y creo que eso explica el impacto y la ternura que he sentido con este primer libro que leo de Stefan Zweig... Y vaya que no estaría mal que algunos líderes mundiales le dieran una leída antes de seguir apoyando políticas y acciones que no hacen más que seguir dividiendo este mundo para el beneficio de pocos a costa del dolor de millones de personas que solamente quieren vivir su vida (y si, me leo genérica, pero así lo siento de verdad).
Imposible equivocarse al leer al gran Stefan Zweig y con este “Mendel el de los libros” una oda a quienes amamos leer, confirmó que fue y sigue siendo un grande de la literatura.
Mendel es un pequeño hombre judío que no socializa con nadie excepto sus amados libros. Una biblioteca viviente en sí mismo capaz de recordar cada libro leído durante su vida y una guía para quienes se acercan a él buscando lo que pareciera ya no es posible encontrar.
Una vida de amor por la lectura y una historia que tanto conmueve como te hace reflexionar. Simplemente maravillosa.
Una lectura corta pero tan llena de imágenes y emociones, destacando la nostalgia por ese pasado amplificado por nuestro presente.
Hermosa historia, muy bien narrada. Personaje inolvidable
Me perdía de vez en cuando en esta lectura, pero cuando ya me faltaba poco para acabarlo entendí todo. Me dejó una sensación tan bonita, es un libro muy bueno y profundo 💖
Tan pocas páginas y tantas emociones durante la lectura. Les recomiendo ampliamente está novela que trata sobre un bibliófilo ensimismado.
La historia de Mendel me rompió poquito el corazón. La manera de escribir de Zweig es tal que sabe reflejar las secuelas de la guerra, la indiferencia de las personas en momentos difíciles, lo frágil del estado humano. uff. excelente libro.
No basta con ser una buena persona y vivir sin hacerle daño a nadie, cuando tu destino va a dar un giro simplemente lo hará. Una historia corta pero profunda.
Entregarse en cuerpo y espíritu a una causa.