¿Reforma o revolución? ¿Es que la socialdemocracia puede estar enfrente de una reforma social? ¿O puede oponer a la reforma social la revolución, la transformación del orden existente, aquello que constituye su último objetivo?
Desde luego, no. Para la socialdemocracia, la lucha práctica, cotidiana, que tiende a alcanzar una reforma social, a mejorar, aun dentro de lo existente, la situación del pueblo trabajador, a conseguir instituciones democráticas, esta lucha constituye, más bien, el único camino por donde el proletariado ha de llevar su lucha de clases, por donde ha de arribar a su último objetivo, a la conquista del poder político, a la abolición del sistema de salario