A sus veinte años, Galaxy «Alex» Stern es la única superviviente de un aterrador homicidio múltiple sin resolver. Toda su vida ha ido de mal en peor: dejó el instituto a edad temprana y, desde entonces, ha ido encadenando trabajos sin futuro y se ha rodeado de malas compañías. Pero, en la cama del hospital, le ofrecen una segunda oportunidad: asistir a una de las universidades más prestigiosas del mundo, Yale, con todos los gastos pagados. Aunque Alex no para de preguntarse por qué la han elegido a ella y si esconde algún tipo de trampa, la oferta es demasiado alentadora. Al llegar a New Haven debe cumplir una tarea para sus benefactores: vigilar las actividades de las sociedades secretas de Yale. Sus ocho «tumbas» sin ventanas son el lugar de reunión favorito de los más ricos y poderosos, de los políticos más influyentes a los principales magnates de Wall Street. Pero sus actividades ocultas son mucho más siniestras y extraordinarias de lo que la más paranoica de las imaginaciones pudiera concebir. Juegan con magia prohibida. Son capaces de hacer que se alcen los muertos. Y, a veces, los vivos se convierten en sus presas.