Como una Jane Jacobs moderna, la comisaria de transportes de Nueva York Janette Sadik-Khan transformó las calles de la ciudad para hacer sitio a peatones, ciclistas, autobuses y espacios verdes. Describiendo las batallas que libró para lograr el cambio, en su libro aporta consejos prácticos que otras ciudades pueden seguir para hacer que sus propias calles sean más seguras y dinámicas. Sadik-Khan consiguió lo que parecía imposible y transformó las calles de una de las ciudades más grandes y duras del mundo en espacios dinámicos y seguros para peatones y ciclistas, a través de un planteamiento drástico y eficaz. El simple hecho de pintar una parte de la calle para convertirla en una plaza o un carril bus no solo hizo que la calle fuera más segura, sino que también disminuyó la congestión y aumentó el tráfico peatonal, lo que mejoró los resultados de los negocios. La experiencia confirmó que si se sabe leer la calle, se puede hacer que funcione mejor, sin reconstruirla totalmente, simplemente reasignando el espacio que ya existe. Luchar por la calle demuestra, con imágenes paso a paso, cómo reescribir el «código fuente» subyacente de una calle. Incluye ejemplos de cómo esta nueva forma de interpretar las calles ya se ha abierto camino en todo el mundo, desde parques de bolsillo en Ciudad de México y Los Ángeles hasta calles más respetuosas con los peatones en Auckland y Buenos Aires, pasando por innovadores diseños de carriles bici y plazas en Austin, Indianápolis y San Francisco. Luchar por la calle deconstruye, reensambla y reinventa la calle, invitando a mirarla de formas que nunca habíamos imaginado.