Si leer es una forma de viajar, el viaje que nos propone esta novela no es lineal. Muy por el contrario, propone un acercamiento a la traumática historia naciente de un país que se asemeja mucho a Chile, pero que no está demasiado lejos de casi ningún país latinoamericano.
El lector se sorprenderá escudriñando los fantasmas de un pasado que parece no querer dejarnos en paz, miremos para atrás o nos empeñemos en mirar tan solo para adelante.