Es una novela que en su estructura aparentemente clásica de relato de aprendizaje –clasificada en las historias de la literatura hispanoamericana dentro del grupo de las últimas novelas románticas–, remite a una compleja problemática cultural de creciente interés en la actualidad, pues articula y registra, como pocas obras históricas o literarias de la época, las contradicciones sociales, culturales y estéticas del proceso de modernización, iniciado a fines del siglo XIX, con la complejidad del entorno lingüístico y cultural latinoamericano. Se basa en la documentación de hechos considerados germen de la historia nacional boliviana, en tiempos del primer levantamiento por la independencia en Cochabamba. Es narrada por uno de los rebeldes bolivianos sobreviviente, Juan de la Rosa que, desde sus setenta y dos años, reconstruye su niñez en Cochabamba