L@s seductor@s derivan placer de la actuación y no se sienten abrumad@s por su identidad, ni por la necesidad de ser ell@s mism@s o ser naturales. Esta libertad suya, esta soltura de cuerpo y espíritu, es lo que l@s vuelve atractiv@s. Lo que a la gente le hace falta en la vida no es más realidad, sino ilusión, fantasía, juego. La forma de vestir de l@s seductor@s, los lugares a los que te llevan, sus palabras y actos son ligeramente grandiosos; no demasiado teatrales, sino con un delicioso filo de irrealidad, como si ell@s y tú vivieran una obra de ficción o fueran personajes de una película. La seducción es una especie de teatro en la vida real, el encuentro de la ilusión y la realidad.