En nuestro análisis empezamos a desglosar los componentes de un crimen en elementos como la conducta anterior o posterior a la agresión. Kemper había mutilado a todas sus víctimas, lo que al principio nos hizo pensar que era un sádico sexual. Sin embargo, todas las mutilaciones eran post mortem y no cuando estaban vivas, de manera que no imponía un castigo ni provocaba sufrimiento. Tras escuchar a Kemper durante muchas horas, quedó claro que el desmembramiento era más fetichista que sádico, y tenía más que ver con la parte de posesión de la fantasía.
Pensé que era igual de importante cómo manejaba y se deshacía de los cadáveres. Las primeras víctimas habían sido enterradas con cuidado lejos de casa de su madre. Las últimas, incluida su madre y su amiga, prácticamente las había dejado al aire libre. Eso, junto con que cada vez iba más en coche con cadáveres y partes de los cuerpos, me parecía una burla a la comunidad que él pensaba que se había burlado de él y lo había rechazado.