He comprendido que la muerte es constante y siempre está presente, porque mueren los instantes que vivimos y dejamos atrás, mueren los sueños y aquellos que fuimos, muere la niñez y la inocencia, mueren las ciudades que van cambiando con el paso del tiempo, muere hasta el odio. Todo muere. Todo. Pero hay belleza en ello. Es una belleza eterna