No debemos elegir más a los políticos de siempre que están enquistados en el poder generación tras generación. Ya sabemos quiénes son; siempre llevan los mismos apellidos, y pueden ser los hijos, nietos o familiares. Ya sabemos que los políticos son lobistas de la banca que solo buscan perpetuar la deuda sobre los pueblos con leyes obsoletas. Y cuando digo boicotear las elecciones tampoco me refiero a ningún acto violento, ni a no ir a votar; por el contrario, hay que ir a votar para plasmar nuestra voz de protesta votando de manera nula o viciada, y escribiendo frases como: “No más dinero con deuda,” “Fin a la banca privada,” etc. Solo de esta forma lograremos expandir gradualmente nuestra influencia. Y no hay que desanimarnos si no se tienen los resultados queridos en un principio, pues con constancia todo se puede lograr. Quizás en las primeras elecciones solo haya un 3% de votos viciados, pero sin duda poco a poco se conseguirán más adeptos a la causa y este porcentaje se irá incrementando al 10%, después al 20%, al 40, y finalmente a más del 50%, donde se alcance la mayoría que muestra su inconformidad con el sistema. De esta forma los políticos no tendrán ninguna representatividad para gobernar; siendo este el momento donde se escuche con más fuerza la voz del cambio de sistema.