Tolstói iniciaba Anna Karenina con aquella célebre sentencia que dice que «todas las familias felices son iguales; las familias infelices lo son cada una a su manera». ¿Siguen siendo las familias de hoy como las de la época de Tolstói? A. M. Homes parece llevar tiempo buscando la respuesta a esta pregunta, porque la familia, sus desequilibrios, disfunciones y secretos inconfesables, es un tema recurrente en su obra, siempre acompañado de una mirada ácida y sarcástica sobre las paradojas y perplejidades de la sociedad norteamericana contemporánea. En esta novela aparecen de nuevo la familia y la América suburbana a través de dos hermanos. Harry, el mayor, historiador que trabaja en una biografía de Nixon, siempre ha sentido cierta envidia del pequeño, George, más alto, más listo y más próspero, con una prometedora carrera como ejecutivo televisivo. Pero Harry también sabe que George tiene un temperamento explosivo y es imprevisible cuando pierde el control.
«Esta novela arranca con máxima fuerza y luego avanza sin detenerse. No recuerdo cuándo fue la última vez que leí una historia con tanta intensidad narrativa; una crónica demoledora de un año catastrófico, violento, macabramente cómico y transformador en las vidas de una familia americana rota. Absolutamente asombrosa» (Salman Rushdie).