Si bien la historia resulta interesante y lleva un ritmo narrativo bastante acelerado que la vuelve liviana y atrapante, la traducción resulta tediosa, el uso de formalidades utilizadas principalmente en España hace que un lector latino no logré sentirse totalmente atraído por lo que lee. Anagrama no decepciona con las obras que publica, pero tal vez una nueva traducción ayude mucho a mejorar la perspectiva hispánica de la novela.
Me entretuvo bastante y más porque Amelie disfruta las historias masoquistas.
Qué manera de escribir tan bonita, es simplemente adictivo