Siempre ha sido trabajo de Johanna cuidar de su familia, especialmente de su hermano pequeño, Cole. Con un padre ausente y una madre que no sirve para nada lleva tomando decisiones basadas en lo que es mejor para Cole desde que tiene uso de razón. Incluso los hombres con los que se cita dependen de cuánto puedan ayudar a su hermano, y a ella, a salir adelante, y no en cuanto la hagan soñar o sentir. Pero con Cameron MacCabe la atracción es innegable. El nuevo camarero del pub donde trabaja le hace sentir mariposas en el estómago cada vez que le mira, tanto que por una vez Jo se siente tentada de anteponer sus necesidades. Cam está tan obsesionado como Jo, pero las murallas que ella ha puesto a su alrededor son tan altas y duras que parecen inexpugnables. Las casualidades hacen que Cam se mude al piso de abajo de Jo, y la atracción se vuelve imposible de ignorar. Sobre todo cuando Cam está empeñado en desentrañar la red de secretos que Jo ha tejido a su alrededor y derribar sus muros piedra a piedra .