El movimiento estudiantil de 1968, que cumplirá ya cincuenta años a la vuelta de la esquina, y los hechos de Tlatelolco, se han llenado de expertos que no estuvieron allí ni vieron nada: el mito gana terreno. Quiero insistir en ese testimonio y en otros muchos detalles que conozco de primera mano. Nadie me lo contó: la última y nos vamos.