Un clan político en el poder. Un país sometido. Una solución tan prometedora como siniestra.
En un futuro distópico, la República Argentina es una democracia, aunque solo en apariencias; la rige un régimen populista y autoritario, que se mantiene en la política mediante comicios fraudulentos y reprimiendo impiadosamente a cualquier forma de disidencia.
El primer mandatario aspira a que la organización partidaria que fundó se perpetúe en el poder. A tal fin, y con la complicidad de un dignatario eclesiástico —tan eminente como perverso—, urde un complot para impulsar la candidatura de Eva Perón a la beatificación, como paso obligado a su eventual canonización. Un suceso que, de concretarse, podría unir —al menos en la fe— a un pueblo dividido, y lograr así la sumisión total de simpatizantes y detractores por igual. Pero el presidente no solo tiene una resistencia opositora que no está tan de acuerdo con sus políticas ni sus decisiones, tiene también enemigos silenciosos que esperan pacientemente la oportunidad de ajustar cuentas con sus opresores.
Operación Índigo es una ficción en donde la corrupción, las persecuciones religiosas y los crímenes de Estado servirán de marco para un escenario en el que estará en juego el destino de toda una nación.