Acarnas es una tierra rica, pero Aristófanes caricaturiza a sus habitantes haciéndoles carboneros. Esto le permite parodiar una escena del Télefo de Eurípides. En dicha tragedia, Télefo, rey mítico de Misia y combatiente en el bando troyano en la guerra de Troya, es herido por la lanza de Aquiles, la cual puede curar las heridas que causa. Se introduce pues, disfrazado de mendigo, en el campo griego. Desenmascarado, se salva tomando como rehén al joven Orestes. En Los acarnienses, es un saco de carbón lo que Diceópolis toma como rehén.
Diceópolis se opone también a los sicofantas (delatores profesionales), quienes pretenden que las denuncias sean de su exclusividad. También rompe el embargo decretado por Atenas sobre la ciudad de Megara al principio de la guerra.