Es cierto que casi nadie cree ya (¡afortunadamente!) que la masturbación produzca desórdenes mentales, acné, ceguera y el sinfín de innumerables males que se le suponían, pero todavía no se usa la palabra con entera libertad, ni se habla del tema abiertamente, ni se reconoce de manera natural su práctica. Hacer el amor con uno mismo continúa siendo, en muchos casos, un secreto inconfesable de la sociedad. Para Betty Dodson, directora de Terapias Sexuales de EE.UU, el objetivo es conseguir que la masturbación se considere como una forma primaria de expresión sexual. Precisamente finaliza el libro con un capítulo llamado: historias de masturbaciones, en el que se incluyen las cartas de personas que le relatan sus experiencias relativas a la masturbación. Este libro es, por tanto, una guía para conocer, sin culpa, ni vergüenza, a través de explicaciones claras, con lenguaje directo y llano, e ilustraciones de la propia autora el placer que proporciona uno de los últimos tabúes sexuales de nuestra sociedad: sexo para uno.