R.G. Wittener ha escrito una novela de aventuras en la que trata muchos temas de actualidad —el deterioro medioambiental del planeta, la reivindicación animalista, el avance del capitalismo, la amenaza de un poder político hegemónico y la existencia inmortal de lo numinoso— con una frescura inusual en el género.
Monozuki es la joven aprendiza de vidente del pueblo de Tojinbo, un pueblo de pescadores construido en un acantilado en una de las Islas del Tigre. Entre sus tareas se encuentra venerar al pastor de kaijus, criatura marina que vela por el bienestar de estos seres gigantes que pueblan las islas y por el equilibrio entre estos y los humanos. Unos y otros han vivido durante siglos en perfecta armonía, a pesar de que algunos gobernantes crean que ha llegado la hora del progreso y pretendan limitar el hábitat de los kaijus y abusar de los frutos de la Madre Tierra.
Un día, el anterior señor de las Islas del Tigre, al que daban por huido a los Desiertos de Metal, aparece con su flota en la bahía de Tojinbo y empieza una lucha para recuperar el poder. Monozuki, sin pretenderlo, se verá envuelta en esta trama en la que le serán de mucha ayuda sus singulares habilidades.
En medio de estas intrigas conocerá a Zenko, un zorro muy astuto prisionero en uno de los barcos de guerra, que promete revelarle parte de su increíble origen y algunos secretos de la tradición mágica de su raza. Para Monozuki, cuyo pasado está lleno de lagunas que nadie le quiere contar, esto es una tentación irresistible.
«Es inevitable imaginarse a Monozuki con los rasgos que le daría Miyazaki, porque es una heroína a la altura de las mejores fantasías del Studio Ghibli. La chica zorro ha venido para quedarse y sostener apasionantes conversaciones con Chihiro y San, de La princesa Mononoke».
Miguel Ángel Delgado, autor de «Tesla y la conspiración de la luz».
“Una historia que Miyazaki se hubiera sentido orgulloso de firmar”.
Eduardo Vaquerizo, ganador del premio Ignotus y finalista del Minotauro por “Danza de tinieblas”.