Sí hay un remedio para la depresión, solo que no es exactamente el que concebiríamos. No es un medicamento específico, aunque por supuesto que los medicamentos auxilian siempre que sean controlados de cerca por un especialista. Se trata de una mezcla de cuidado profesional, ayuda y cariño de nuestros seres queridos, y sobre todo comprensión. Para vencer la enfermedad es imprescindible comprenderla y comprendernos a nosotros mismos como enfermos. Esto no implica hacernos aliados del perro, sino más bien estudiar su comportamiento para averiguar los motivos por los que nos ataca y evitar sus dentelladas, que pueden alejarse para luego regresar. Advierte con razón William Styron: “La depresión posee el hábito del retorno”.