Componen el grueso de este volumen varios escritos dedicados a las ciencias naturales y “Sobre comer carne”, una de las más destacadas defensas del vegetarianismo de toda la Antigüedad.
Empieza el volumen con un tratado de crítica literaria («Sobre la malevolencia de Heródoto»), en el que Plutarco censura, de manera tendenciosa, la exposición que el historiador hace de la participación de los griegos en las Guerras Médicas. “Cuestiones sobre la naturaleza” es una colección de preguntas (con sus correspondientes respuestas) sobre ciertos aspectos de interés en el ámbito de las ciencias naturales, materia sobre la que versan los tratados restantes, pero centrándose cada uno en un tema: «Sobre el principio del frío” y «Sobre si es más útil el agua o el fuego”, trata de cuestiones físicas; “Sobre la cara visible de la Luna” es una mezcla de física, antropología y misticismo escatológico; “Sobre la inteligencia de los animales” y “Grilo”, por su parte, tratan cuestiones de psicología animal (en el “Grilo” se parte de un episodio mítico, la estancia de Ulises en la isla de Circe); finalmente, el “Sobre comer carne” es un auténtico alegato en favor de la dieta vegetariana, el más importante de toda la Antigüedad junto con “Sobre la abstinencia”, de Porfirio.