Leer la Historia natural de Nueva España de Francisco Hernández es, de alguna manera, viajar por México y recuperar una etapa de su historia.
Con un poco de imaginación podemos acompañarlo en sus largos recorridos por Morelos, Tlaxcala, Puebla, Veracruz, Guerrero, Oaxaca, Michoacán y Colima. A lo largo de seis años visitó numerosas poblaciones a las que se trasladó desde la ciudad de México en una litera sostenida por dos mulas.
Las motivaciones de Hernández sobre todo dos: cubrir con las encomiendas de Felipe II que lo instruyó para que recuperara los conocimientos de los médicos indios y satisfacer su propia curiosidad científica, pues evidente Hernández mostraba interés por todo lo que veía y en su intento de conocer a fondo lo que presentaba ante sus ojos preguntaba, olía, degustaba e incluso aplicaba en sí mismo mucho de los remedios indígenas.