El Libro de Juan nos invita a encontrarnos con el corazón de Dios a través de su amado Hijo. La Palabra no es una colección de letras muertas; es la expresión viva de Dios: Jesucristo. El que vino en carne y sangre como hombre perfecto, y como la manifestación viva de la gloria de Dios. En estas páginas nos encontramos cos ese hermoso Cristo.
La Palabra vino con piel en calidad de Hombre perfecto y como la manifestación viva de la gloria de Dios. El Evangelio de Juan nos ayuda a encontrarnos con ese hermoso Cristo.
Este, además, es el evangelio para los que creen. Ya que revela a Jesucristo como la Luz del mundo, el Salvador, el Rey, el verdadero Ungido, el Pan de Vida, el Buen Pastor, el Cordero de Dios, el Gran Yo Soy y el verdadero Ungido. Aun cuando Mateo, Marcos y Lucas nos narran la historia de Jesús, Juan devela el misterio de Cristo. A través de este evangelio, sentimos a Jesús como un afectuoso perdonador, un tierno sanador y un intercessor compasivo.