Esa ha sido siempre la diferencia entre tú y yo. Que yo creo en el amor aunque nunca me han querido, y tú no crees en él aún teniéndolo delante de las narices.
Había una vez en Barcelona dos escritores que no se conocían… No en persona…
Lucía Reixach sabía que escribir esa crítica era una mala idea, pero lo hizo. Y no esperaba que el escritor en persona respondiera, pero lo hizo… y no solo eso, sino que a cada día que pasa, se vuelva más adicta a sus mensajes.
Marcos Dauphine no cree en las relaciones a largo plazo. Evita todo compromiso, hasta que esa costumbre de hablar con cierta recatada escritora de chick-lit no parece que vaya a tener fin.
¿Qué pasará cuando se vean cara a cara?