Con una forma singular —texto a dos voces, relato de viaje, diario— Un viaje a Salto narra hechos igual de extraordinarios. En los meses previos al golpe de Estado de Uruguay, una niña y su madre viajan para ver a su padre y esposo, preso político por asistir como médico al Movimiento Tupamaro.
Tienen el dato de que será trasladado en un tren que se dirige a Salto y que esa puede ser una ocasión para verlo, sin las limitaciones de tiempo y espacio que rigen las escasas visitas permitidas a la cárcel. Es por eso se lanzan a la aventura. En una parada de madrugada se suben a un vagón oscuro donde intentan pasar desapercibidas a la mirada de los soldados que lo custodian, disimularse entre los otros pasajeros, para intentar un contacto. El tren al que se suben es también el de la Historia.