La mutilación genital femenina (MGF) —también conocida como ablación y, de manera errónea, «circuncisión»— «comprende todos los procedimientos que, de forma intencional y por motivos no médicos, alteran o lesionan los órganos genitales femeninos», según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La justificación principal de la MGF es el control de la sexualidad femenina. Se cree que reduce el deseo sexual de las niñas, ayudándolas así a mantener su virginidad y, después, su fidelidad conyugal