La ayahuasca, en el mundo occidental fue descubierto en el siglo XIX y en la actualidad se ha vuelto una práctica muy atractiva, pero mayormente hacia un uso irresponsable por improvisados “curanderos” y “chamanes”. Su uso, existe desde tiempos remotos en América, principalmente en la Amazonía que se remonta a la prehistoria, por los ceramios y diseños encontrados hace 2000 a.C.
En el Perú, desde el año 2008, se ha declarado como Patrimonio Cultural de la Nación, al Ritual del Ayahuasca, reconociendo el valor ancestral de tres elementos interconectados que forman el sistema médico tradicional en la Amazonía peruana que es la Ayahuasca, los íkaros o cánticos y el Curandero.
En esta obra, de estilo narrativo, la autora comparte su experiencia vivida en rituales de ayahuasca, dietas que implican aislarse para sanar el cuerpo y el alma, con otras plantas maestras como la manchinga, la mikura, el ajosacha y otras, acompañado de testimonios de personas que voluntariamente compartieron sus vivencias buenas y no tan buenas; con la finalidad de orientar a todo aquel que quiera enlazarse con el todo, desde la planta sabia o planta madre, invocado por un curandero desde los íkaros.
La autora; por su misma vocación desarrolla investigación y recopila las historias de aquellas personas que sintieron el llamado a guardar el conocimiento tradicional, vinculado a las bondades del bosque y lo divino; y ayudar a aquellos que buscan el equilibrio mente-cuerpo-espíritu; culminando su obra con la aplicación de la ciencia jurídica pues el ritual del ayahuasca debe ser protegido por ser uso tradicional y de carácter sagrado ya que constituye uno de los pilares de la identidad de los pueblos amazónicos y su uso ancestral garantiza la continuidad cultural y la virtud terapéutica de la planta en la salud de todos nosotros.
¡Buen viaje!.