A mediados de los noventa, Liliana Villanueva y su pareja se mudan a Moscú por cuestiones laborales. De esa experiencia surgen estas crónicas.
Pero Sombras rusas no es sólo un libro de crónicas sobre Rusia, también es un libro sobre la caída del Muro y las ruinas del socialismo real, sobre el espectro gigantesco que en esos años iba quedando de la Unión Soviética. La cronista visita ciudades, edificios, monumentos; hace viajes a Siberia y a otras zonas del interior de Rusia; convertida en periodista, reportea al traductor de Cortázar y a la intérprete del Che. Con una lengua y una mirada afiladas nos entrega sofisticadas descripciones de la vida cotidiana de ese país cuyo territorio comparten dos continentes.
Los lectores encontrarán delicadas sombras de un gran viaje a un país inabarcable, difícil de pensar o imaginar, y también la narración de parte de una vida.