Edward, con arduos esfuerzos, ha realizado asombrosas reformas en su parroquia, y es apreciado y querido por sus feligreses, tal como merece, porque sean cuales sean sus defectos como hombre (y nadie está totalmente libre de ellos), desafío a cualquiera a que le critique como pastor, marido o padre.
habla bien bonito de el u.u