Trece mil ochocientos millones de años después del nacimiento de nuestro Universo, en una ciudad del poniente, dos amigos inmigrantes enfrentan una crisis vital. Max acaba de perder su restaurante porque el propietario no le ha renovado el contrato de alquiler; Gastón debe dormir a su perro, Gato, diagnosticado con una enfermedad terminal. Max se encierra en el local del restaurante a vegetar, mientras Gastón deambula por las páginas de esta novela intentando rescatarlo. El cierre del restaurante no es más que otro signo de la imparable transformación del barrio, que inquieta
y subleva a los aborígenes contra los lejanorientales, los nororientales y los proximorientales. Pero Gastón y Max, aunque viven desde hace más de treinta años ahí, también llegaron de fuera, de las antiguas Colonias del lejano oeste. Por llegar, llegan además el padre de Max, en fuga de la justicia por un asunto de corrupción, y el hijo de Max, Pol, un científico que viene desde la Tundra hablando sobre bacterias, semillas, colonizaciones e invasiones de otros planetas…
Estos y muchos otros personajes protagonizan una trama en la que las pequeñas historias de un barrio cualquiera se entrecruzan con las más rocambolescas teorías de la conspiración. Una novela que destila fina ironía, escrita contra el odio y que nos habla de la amistad, de la paternidad, de la herencia, de la familia y del amor. «¿Estamos solos?», se pregunta el autor, y, como el agente Fox Mulder, parece sugerir: «No estamos solos.» «Sus novelas son hilarantes porque tratan los asuntos más graves.