Sé tú misma, pienso al cruzar el umbral, pero en lugar de calmarme, las palabras hacen que mi corazón bombee con más fuerza, porque no estoy segura de cómo hacerlo. Ya no soy la niña que salió de la colonia Five Lakes, la que de verdad creía que el Día de la Graduación convertía a un niño en adulto. Evidentemente no era adulta por aquel entonces, y ahora…
Después de todo lo que he visto y hecho, debo admitir que no sé exactamente quién soy. Lo que sí sé es que tengo que descubrirlo rápido porque el objetivo de la entrevista final es que se lo muestre. Y la prueba acaba de empezar.