En esta obra la autora transcribe y colecciona por puro deleite el conjunto de leyendas negras de La Habana. Se trata de cuentos afro-cubanos que aunque están cundidos de fantasía no son únicamente religiosos. La mayoría son fábulas de animales. Otros son de personajes humanos en los cuales la mitología entra secundariamente. El libro es un rico aporte a la literatura popular de Cuba que es blanquinegra pese a las actitudes negativas que suelen adoptarse por ignorancia o por vanidad tan absurda como ridícula.