El triunfo electoral de Hugo Chávez y su llegada al poder en 1998 transformaron a Venezuela, en nombre de la utopía, en un infierno social. El llamado socialismo del siglo XXI dejó al país en escombros. El chavismo acabó siendo una dañina mutación que transformó las ayudas gubernamentales a los pobres, a los damnificados y a los desamparados en un clientelismo populista que erosionó los fundamentos de la democracia. El resultado fue la generalización de la pobreza a tal punto que todo el pueblo quedó damnificado y la sociedad entera, sumida en el desamparo. Este libro ofrece sin patetismo una lectura desde y a partir de los sucesivos trabajos de campo llevados a cabo en el marco de diversas investigacio— nes. La tragedia de Vargas de 1999; el caso del agricultor huelguista de hambre, Franklin Brito, fallecido en 2012; la explosión de la refinería de Amuay y la escasez severa de comida, por ejemplo, constituyen objetos que funcionan como prismas que permiten ver patrones en los que se asienta el poder del chavismo: el estado de excepción como la regla, la victimización de los pobres, el uso de la compasión para imponer el autoritarismo, la reducción del ciudadano a su cuerpo biológico.
Para la izquierda de la izquierda en Francia, la revolución bolivariana fue un modelo hasta hace muy poco. Incluso hay algunos que dudan de la magnitud de la crisis venezolana, aun cuando se dis— tancian políticamente de Nicolás Maduro. Sin eludir la gran responsabilidad de los gobiernos anteriores al chavismo ni de la oposición venezolana en la miseria social y política que corroe a Venezuela, este libro aborda diferentes niveles de conflictos generados por los gobiernos sucesivos de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro.