Necesitas adquirir el hábito de gobernar tu energía. Si no siéntate varias veces al día y aquiétate. Apacigua tu ser exterior. Esto permitirá que se te supla con energía. Aprende a ordenarla y controlarla. Si quieres que ella (tu energía) esté quieta, mantente quieto. Si la necesitas activa, ponte activo. Tienes que enfrentarte a las cosas y elevarte por encima de ellas.