El libro y sus orillas

El cuerpo consta de título, subtítulo, mención de autor, mención de edición y pie de imprenta. Otros elementos que contribuyen a la identificación de la obra pueden ser: número de volúmenes, indicación de ilustraciones, nombre del traductor, del prologuista, etcétera

Sin embargo—sigue diciendo Escamilla—, las colecciones generalmente se asientan bajo el título cuando la responsabilidad del editor o los editores parece ser de poca importancia, o si no aparecen sus nombres de manera prominente en la obra, o bien cuando la obra suele citarse por el título

elementos de la ficha bibliográfica deben seguir el orden indicado a continuación:

Autor, título, subtítulo alternativo, mención de autor en algunos casos, mención de edición, pie de imprenta (lugar, editorial y año de edición), descripción externa (número de páginas, hojas cuando es un texto escrito en una sola cara, volúmenes, ilustraciones importantes) y nota de serie (colección o serie a la que pertenece la obra). Ejemplo:

ya españolizado de Juan Pablos Lombardo, por la editorial que lleva en su razón social el compromiso de homenaje permanente a quien estableció la primera imprenta en el continente americano.

El español había de ser el vehículo idóneo para difundir la religión y la cultura, aunque para cumplir este objetivo los religiosos tuvieran que aprender primero las lenguas de los naturales.

Olivier Reboul sostiene que una ideología aspira al dominio, y éste se expresa primeramente en el lenguaje: confisca la palabra, la monopoliza. Para cualquier ideología “sólo existen los medios de la seducción o la violencia, pasando por la censura y la ocultación de los hechos”.6

Gili Gaya, a quien se atienen tantos lexicógrafos, profesores de español, autores cuidadosos de la corrección y el bien decir, estudiantes de letras y demás trabajadores, amantísimos, de la palabra.

un invento casi perfecto cambia poco y mejora con paso cansino.