En el horizonte contemporáneo, diríase que nada le es ajeno a este impenitente discípulo de la escuela althusseriana: lo ideológico y lo estético constituyen por igual sus genuinos objetos de estudio. Pues lejos del sistema filosófico que pretende reorganizar el universo y de la intervención especializada con una jerga específica, la obra de Jacques Rancière (Algiers, 1940) es un aporte crítico y personal en los más diversos campos de la cultura, sin presupuestos, sin compromisos, sin concesiones.
Esta Política de la literatura continúa, con distintos abordajes y matices, una línea de reflexión que viene ocupando al filósofo desde años atrás: ¿en qué sentido puede decirse que el arte en general y la literatura en particular tienen un valor social y un sentido político? Guiado por el axioma de que «la literatura hace política en tanto literatura», el volumen discute con la moderna teoría literaria y se detiene en algunas estaciones insoslayables: Flaubert, Mallarmé, Proust, Brecht… y hasta Borges.