En 1973, Juan Domingo Perón regresó al país después de 18 años de exilio y de proscripción del peronismo. Al frente de una vasta coalición social y política, en septiembre de ese año ganó las elecciones presidenciales. Tenía por delante una tarea titánica: levantar un orden político capaz de poner bajo control las expectativas y pasiones desatadas por casi dos décadas de frustración y discordia. Para ello, cuando organizó el gobierno, propuso un acuerdo político entre los dos grandes partidos representados en el congreso -peronistas y radicales— y un pacto social entre los empresarios y los sindicatos. Un programa de concertación.
Pero si este Perón que los argentinos acogían después de tan larga ausencia parecía poder renunciar desde el poder a las políticas desestabilizadoras que había alentado desde el exilio, ¿podía, acaso, esperarse la misma ductilidad de parte de sus apoyos sociales y políticos? ¿Cómo imponer la necesidad de la reconciliación a quienes las reiteradas proscripciones habían formado en la conciencia aguda de las diferencias políticas? ¿Cómo convencer que era preciso compatibilizar las demandas laborales con la salud de la economía a quienes habían visto retroceder monótonamente su participación en la distribución del ingreso? Finalmente, ¿Cómo obtener paz de aquellos cuya violencia había sido previamente exaltada? En la que sería su última incursión en la historia argentina los talentos políticos de Perón probaron ser, en definitiva, impotentes para detener la marcha de un país que se deslizaba vertiginosamente a la explosión de las tensiones sociales y políticas acumuladas.
En este libro, un clásico de la historiografía política argentina, Juan Carlos Torre se ocupa del papel jugado por los sindicatos en esa trágica y, al final, breve experiencia de gobierno. A través de un análisis objetivo y documentado recorre los avatares de sus relaciones con Perón, la firma del Pacto Social, la dinámica de los conflictos laborales y de las rebeliones antiburocráticas, la supresión de la oposición sindical hasta el enfrentamiento con los sucesores de Perón.